Junto a las Olas {Thomas}

Sabia que podía encontrar a Thomas en aquel lugar, era casi más probable incluso que encontrarlo en su casa. Addison lo conocía y perfectamente a pesar de que solamente su relación había durado un par de meses, pero había sido completamente divertida, el era divertido y hacia aflorar aquel lado rebelde de la muchacha que la mayoría del tiempo se mantenía mas que oculto. Addison suspiro mientras se quitaba las zapatillas deportivas y se arremangaba los jeans hasta la altura de las rodillas para caminar de aquella forma por la playa.

Observo el cabello rubio de Thomas un par de metros mas allá, le hizo una seña para que el supiera que había ido a visitarlo. Muchos pensarían que seria un poco de raro que ella mantuviera una tan cercana amistad con su ex novio, pero para ellos era normal, todavía se querían mucho, pero simplemente eran mejores amigos que novios, de eso no había duda alguna.

-Pensé que estarías montando algunas olas…con lo que te gusta…montar-dijo la ultima palabra antes de soltar una pequeña risa deteniéndose a su lado para saludarlo con un suave beso en la mejilla antes de girarse hacia el mar. Siempre le había temido al mar, desde que en uno de sus paseos Amanda estuvo a punto de ahogarse, no había vuelto a meter un pie dentro desde aquella tarde.

Pero nada le impedía observar y escucharlo, eran una de las pocas cosas que la relajaban.

Estaba, como casi siempre, en la playa, más exactamente en la arena, en una toalla a rallas de color es blanco y azul, sin camiseta ya que hacía un día de mucho sol, y esos días, no soportaba tener que llevar una camisa encima, y además cuando hacía calor.
Ese era mi hobbie principal, a parte de él habían muchos otros, como ligar, jugar a consolas, enseñar surf a otras personas, ligarse a chicas inocentes y ligarse a chicas inocentes otra vez, pero básicamente ese era el más importante y a la que dedicaba más tiempo.

Al cabo de un rato vi la melena castaña de una chica que tenía, más o menos la misma edad que yo, muy guapa y muy fácilmente reconocible, mi ex, Addison Chryston, con la cual nos llevábamos una gran relación, aunque las apariencias "normales" serían de desagrado común, que nos podíamos ver por ser ex's, etc., etc...

Cuando me empezó a hablar, esbocé una leve sonrisa en mis labios al escuchar su última palabra con un tono bromista.

-Bueno, ahora iba a hacerlo, pero al haber caído un ángel del cielo, no creo que vaya -dijo con un cierto tono entre bromista y seductor, aunque era más de lo primero que de lo segundo, pero Thomas sabía que a lo mejor había posibilidades, pero si habían eran escasas.

Addison alzo una ceja al reconocer fácilmente aquel tonito, juguetonamente le dio un pequeño golpe en el hombro desnudo mientras se sentaba en una de las puntas libres de la toalla que previamente estaba ocupando el mismo Thomas. No sabia como se había metido en aquello, como es que al final de todos los años que llevaban de conocer había caído por fin en sus redes.

Tampoco era demasiado difícil hacerlo, Thomas era un encantador y seductor por naturaleza, la misma Addison podía dar fe que muy pocas muchachas se negaban a su encanto. Le saco la lengua antes de quitarse aquel tapado que llevaba encima de su remera sin mangas que marcaban perfectamente sus pocas curvas. Miro el mar antes de observarlo a el sonriente como siempre.

-Sabes que ese tonito ya no funciona conmigo-dijo mientras hacia una gesto de sarcasmo con su sonrisa mientras lo observaba a los ojos azulados, si, siempre le habían gustado sus ojos.
Se quedo observándolo antes de lanzar un suspiro y recordar a Evan, no podía evitarlo cuando estaba con Thomas, ni siquiera sabia como iba a salir ilesa de aquella situación-¿Buenas olas hoy?-pregunto mas para sacarse sus idiotas ideas de la cabeza que para realmente saber la respuesta a aquella pregunta.

Alzó la ceja al ver que ella levantaba la misma ceja para después empezar a reír y peinarme el pelo hacia atrás para mirarla de arriba a abajo fijamente y cruzarse de brazos para después pasarme la lengua por los labios.

Sabía que él y Addison, al final de año, caería en mis redes, sin saber exactamente porqué, pero eso la "rutina" de cada fin de año y llegaría el día, o más bien, el año, en que esa rutina se terminaría y Thomas se tendría que buscar a otra para saciar sus necesidades sexuales o sentimentales, es decir, Thomas se tendría que buscar a otras chicas para hacer lo mismo que hacía con la srta. Chryston.

- Bueno, nunca es malo intentarlo. -dijo mirandola fijamente a esos ojos marrones y a ese cuerpo de tez morena y a ese pelo pelo castaño, color azabache, siempre le habían gustado más las morenas que las rubias, pero no se podía negar que las pelirrojas también estaban bien.
- Sí... Pero más buena estás tú. -dije descaradamente mientras miraba hacia el mar.

Si hubiera sido cualquier otra muchacha seguramente se hubiera sonrojado con aquella ultima declaración, pero Thomas no podía olvidar que estaba hablando con Addison Chryston quizás una chica que no sentía vergüenza de nada, además había pasado tres meses de noviazgo escuchando y aceptando comentarios como aquel, de una forma u otra estaba acostumbrada, al mismo tiempo se preguntaba que tendría que hacer para que el rubio se dejara de comportar de aquella manera. Desecho rápidamente una manera de hacerlo, no le molestaba en absoluto, más bien todo lo contrario.

Se encogió de hombros con una sonrisa picarona en su rostro antes de contestar-Bueno, eso es cierto-le guiño el ojo descaradamente, aunque claramente se podía ver en su expresión que todo aquello estaba siendo una broma. Quedo mucho mas claro cuando segundos después Addie rompió a reír de una forma sencillamente encantadora.

Desvío la mirada de el por algunos segundos, estaba segura que algo malo pasaría si que quedaba mucho tiempo observándolo, después de todo era Thomas, le había atraído lo necesario para ser su novio, cosa nada fácil en la quisquillosa Addison, se mordió el labio inferior mientras se apoyaba en sus codos observando el mar, pero sintiendo aquel susto casi estupido dentro de su pecho con tan solo pensar adentrarse a el.

Seguramente Thomas no sabía lo mucho que ella sufría cuando lo tenía que ver en una de las competencias de Surf que se hacían en aquella playa ideal para eso.

Sonreí cuando vi que me guiñó el ojo divertida, lo que le devolví otro guiño de ojo, éste más seductor y con "otras" intenciones, pero aún así me eché a reír sin tener un porqué claro, me reí porque ella se reía y por nada más, además tenía una risa divertida, contagiosa y preciosa, no reía a partes, ni tampoco añadía sonidos raros, como ahora, por ejemplo, el sonido del cerdo, era perfecta.

Asintió lentamente con la cabeza cuando dijo su frase y me distancié un poco de ella para que tuviera más espacio en la toalla, me hacía pena que estuviese en una esquina diminuta de ella, donde además estaba mojada, con arena y arrugada, quería que estuviese bien, cómoda conmigo y cómoda en la toalla, así podríamos "hablar" más tranquilamente y más bien.

Volvió a mirarla a los ojos, a esos ojos castaños, para después volver a desviar la mirada hacia la infinidad del mar, hacía las olas que venían y marchaban, hacia ese color azul transparente que había en pocas playas y que todos los pueblos costaneros desearían tener.

- ¿Y qué? ¿Cómo va el negocio? ¿Cómo va "The Oh"? -pregunté haciéndome el interesante.

-Que caballeroso… ¿Por qué no lo eras cuando salíamos?-Addison pregunto justo después de que el le dejara un poco mas de espacio en la toalla que estaba sobre la arena blanca de la playa, de todas formas no le molestaba para nada estar sobre la arena, era una de las pocas cosas de las cuales verdaderamente disfrutaba, claro, siempre y cuando el agua no estuviera cerca.

Desvío la mirada hacia el mientras hacia aquel comentario algo sarcástico y burlón con una permanente sonrisa en el rostro, esa sonrisa que hacia que dos hoyuelos se aparecieran en sus mejillas, la muchacha se encogió luego de hombros ante la pregunta de Thomas.

No necesitaba del dinero, es mas tenía de sobra, pero era algo que pocas personas sabían, ni siquiera Thomas sabia que ella con su hermana eran ricas, verdaderamente ricas. Pero la tienda le daba todo lo necesario, un poco de distracción, tiempo libre y un poco de dinero que servia para pagar sus gustos y cosas personales.-Bien, aunque parece que no muchos están dispuestos a gastar en música…y tampoco te he visto a ti por ahí….-le reprocho mientras hacia una mueca divertida en su rostro.

Addison era especialista en hacer a los demás sonreír o simplemente disfrutar con su presencia o palabras, una careta sin lugar a dudas.

- Pues... Porque no me lo pedías y yo no estaba para romances en esos tiempos, Addison. -dije sonriente para después mirarle la cara, con una mirada un poco tonta, como si aún estuviese "enamorado" de ella, pero no. Era porque esa cara, me atraía sí, pero no lo suficiente como para volverme a enamorar de la misma persona, una ex era una ex.

Desvió la mirada otra vez de su cara para volverla al mar, a ese azul mar, donde había "montado" tantas olas y donde tantas veces había conocido a tantas chicas, con esos bañadores apretados, a veces bikinis, de colores claro o aveces a rallas, pero eso no importaba, importaba el contenido de los bikinis y no la ropa en sí.

Entrelazó los dedos cuando la miró por tercera vez y escuchó atento su frase sobre la tienda de discos, aunque su familia, ella y su hermana, tenían dinero de sobra para no tener que trabajar nunca, pero eso era para pasar el tiempo y para distraerse.

- Estoy demasiado ocupado buscándote una sustituta. -dije a modo de broma.

-Tu nunca estarás para romances Tommy…-ocupo aquel apelativo cariñoso que sabia que el odiaba, lo hacia sentirse demasiado pequeño e inocente cosa que Thomas Donovan no era. Addison soltó una ligera sonrisa, nunca le había importado que el no fuera el muchacho mas romántico del mundo, es mas le parecía mejor, ella odiaba las cosas demasiado cursis que la hacían querer estar enterrada en el ultimo lugar del mundo, menos en donde se encontraba.

Soltó un suspiro luego para apoyar por completo su espalda contra la toalla cerrando los ojos para que el sol no la molestara en sus ojos marrones, aquellos ojos que podían ser tan sinceros en momentos, mentirosos en otros.-Sabes que eso es imposible, soy irremplazable.-No es que le diera miedo estar con los ojos cerrados y al lado de alguien como Thomas Donovan, pero si le causaba una sensación de no esperarse lo que pasaría a continuación.

De todas formas Addison no era una de aquellas personas que escapara de lo que le sucedía o estuviera por suceder, por eso mismo siempre se metía en graves problemas. Chasqueo la lengua aun con los ojos cerrados, sintiendo como el sol le pegaba mas fuertemente en los lugares en que su piel no estaba cubierta por ropa.-¿Y has tenido éxito buscándola?-pregunto con aquel tono de sarcasmo y burla tan característico de ella.

- Eso es verdad... Addie -dijo respondiendo a su primera frase para contestar con un apodo del mismo tipo, cariñoso, aunque a ella parecía gustarle, cosa que a mí no, Tommy parecía como si fuera un niño, como si aún fuese pequeño y todos lo dicen porque queda más acuerdo con tu edad que no Thomas, pero ahora que ya era mayor, prefería que me llamasen Thomas o Thom, pero no Tommy.

La miré de rojo cuando se tumbó en la toalla para después cerrar los ojos, lo que esbozó una débil sonrisa en sus labios para después ponerle mi gorrito, sí llevaba el gorrito verde, estaba en un extremo de la toalla, encima de la cara para privarle del sol, y así que pudiera "relajarse" más sin él en la cara. Después cogí un poco de arena y se la eché encima de su torso, lo que me hizo esbozar otra sonrisa mayor.

- Sí... Pero bueno, estoy intentando buscar una que sea exactamente igual que tú, para así pensar que no te fuiste de mi lado. -dije, bromeando, para después negar con la cabeza a su última pregunta y pasarle la mano por el torso para escamparle esa arena, blanca, que estaba quemando.