Pintura de un instante. [Libre].

No hacía aun mucho tiempo que había llegado a Inglaterra a estudiar, apenas dos años, y aún seguían sorprendiéndome bastantes cosas del pais. No es que no estuviera acostumbrada a viajar por todo el mundo, pues mi familia era muy dada a estos tours inesperados a lo largo y ancho del globo, pero aún me deslumbraban pequeños detalles de todas las personas, de los paisajes o de las costumbres. Había conocido antes Inglaterra, pero nunca había vivido allí, totalmente sola, sin ningún mayordomo que me cuidara, sin mis padres para presionarme o incluso sin mi hermana Reira para clavarme cada día su mirada de odio. No era fácil ser de la familia Osaki, pero a pesar de haber renunciado a mi puesto en la dirección de la empresa mis padres confiaban en que me convirtiese en alguien importante y sabían que solo lo haría si era por mis propios medios.

Aquel día en especial me encontraba bastante relajada y con la necesidad de hacer algo. Así que decidí buscar un lugar bonito y alejado donde poner en práctica uno de mis hobbies preferidos, la pintura. Llevaba un simple vesido de color blanco y unas grandes gafas de sol, bajo el brazo llevaba un enorme bloc de dibujo y en el interior del bolso un juego de lápices bien ordenados según su color y afilados con esmero.

Me dirigí caminando hacia uno de los parques más bonitos de la ciudad y descubrí una zona botánica con llamativas flores, reconocía algunas de haberlas estudiado en la Academia de Señoritas, pero otras eran desconocidas para mí. Escogí una extensión de diferentes plantas con variados colores para mi dibujo y me senté en un explanada de cesped justo en frente. Saqué todos mis lápices y los coloqué alineados delante mía y luego abrí el bloc por un página en blando y comencé a hacer trazos rápidamente con un lápiz, cuando alguien se acercó a mí.

Necesitaba despejar mi mente un poco del estudio, si bien no me resultaba agobiante el seguir las materias, las practicas, el preparar examenes y toda la presion que eso conllevaba, una que yo mismo me ejercia mas que nadie. Desde pequeño habia tenido la idea fija de ser alguien, y con esfuerzo y perseverancia habia conseguido cuanto me proponia, por lo que no pensaba ni estaba en mis planes el cambiar ahora.

A pesar de eso, el "accidente" habia dejado sus marcas en mi, la situacion habia sido un tanto traumatica, el solo hecho de pensar cuantos de los que eran mis compañeros habian fallecido y mi suerte de salir casi ileso me ahogaban en cuanto quedaba solo sin nada que hacer o pensar, es decir que, en cuanto tenia algun momento libre aquellos recuerdos e imagenes venian a mi.

Era por eso que buscaba cosas con que entretenerme, no queria ponerme a pensar cosas que ademas de no poder controlar, me hacian mal de alguna forma.

Ese dia habia elegido salir a dar una vuelta por el parque, mas que nada para distraerme con la gente que alli habia, viendo que hacian, disfrutando el aparente buen clima que habia en la region.

Miré a mi alrededor algo sobre saltada, no me había dado cuenta de que había nadie cerca. Eran un chico, debía tener mi edad quizá un año más. En este país era más fácil mirar a la gente y jugar a adivinar su edad. En Japón desde que tienes unos quince años eres como una mujer hasta que comienzas a hacerte vieja. Aquí había grandes diferencias con una chica de quince y alguien de mi edad.

-Ohayoo Goazaimasu. Buenos días-saludé con una sonrisa amable y una pequeña inclinación de cabeza. El chico no parecía de los que sonreía demasiado, como si sus labios no estuvieran hechos para eso. Pensé al mirar su rostro que parecía una persona bastante seria, pero no por eso desagradable, al fin y al cabo yo misma me consideraba una chica seria. Miré un segundo hacia mi dibujo y cerré el bloc con sutileza, no me gustaba que la gente viera mis dibujos sin acabar. Me levanté sacudiendome brevemente la falda-. Mi nombre es Mei-dije tendiéndole una mano, al estilo occidental.

Camine hasta encontrar una banqueta, en la cual me sente, notando que habia una chica alli tambien. Segun lo que percibi a simple vista ella estaba dibujando aunque no me detuve a fijarme que era precisamente lo que hacia.

Saque m ireproductor de mi bolsillo, encendiendolo y escogiendo que era lo que iba a escuchar aun sin ponerme los auriculares. Cuando escuche una voz que parecia hablarme, gire levemente mi cabeza para volver a encontrame con aquella chica, tal como pensaba se dirigia a mi, algo no muy dificil de suponer ya que eramos casi los unicos alli.

Me detuve por un momento en la forma en la que me habia saludado, habia percibido que no era de aqui en cuanto la vi, la forma de sentarse, la postura, todo en ella delataba que no era del lugar, pero la forma en la que hablo e inclino su cabeza en forma de saludo logro captar mi atencion, algo que era realmente poco comun.

La observe por un segundo, para luego estirar mi mano y estrecharla con la suya -buen dia, soy Nicholas, es un gusto Mei- le dije con mi caracteristico tono serio y distante, pero no desagradable.